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Descompresión axial: por qué los fisioterapeutas la recomiendan cada vez más

Tratamiento descompresión axial vertebral en Clínica IVEMA Valencia: un nuevo aliado contra el dolor de espalda

El dolor lumbar y cervical se ha convertido en uno de los problemas de salud más frecuentes del siglo XXI. Pasamos horas frente al ordenador, utilizamos mal la postura, cargamos peso sin la técnica adecuada o simplemente el desgaste natural de la edad empieza a pasar factura a nuestra columna vertebral. No es casualidad que cada vez más pacientes busquen alternativas no invasivas para tratar problemas como la hernia discal, la ciática o la lumbalgia crónica.

En este contexto surge la descompresión axial vertebral, una técnica innovadora que en los últimos años ha ganado terreno dentro de la fisioterapia avanzada. Si antes solo se hablaba de fármacos, infiltraciones o cirugía como opciones para aliviar el dolor, hoy la descompresión axial ofrece un camino más natural y efectivo. Y lo más interesante: son los propios fisioterapeutas quienes la recomiendan con más entusiasmo, porque están viendo resultados en pacientes que llevaban años sin encontrar alivio.

En este artículo vamos a explorar a fondo qué es la descompresión axial, cómo funciona, qué beneficios ofrece y por qué se ha convertido en una de las terapias más recomendadas por los profesionales de la salud musculoesquelética.


¿Qué es exactamente la descompresión axial vertebral?

La descompresión axial vertebral es una técnica terapéutica que busca aliviar la presión en los discos intervertebrales y en los nervios de la columna, especialmente en la zona lumbar y cervical.

A diferencia de la tracción tradicional, que aplica una fuerza de estiramiento constante, la descompresión axial utiliza equipos especializados capaces de generar un estiramiento controlado, progresivo e intermitente. Esto significa que la máquina alterna fases de tracción y relajación, adaptándose al paciente y evitando tensiones innecesarias.

El objetivo es simple pero potente:

  • Disminuir la presión dentro del disco intervertebral.

  • Favorecer la rehidratación del disco y la entrada de nutrientes.

  • Reducir la compresión sobre raíces nerviosas afectadas.

  • Aliviar el dolor y mejorar la movilidad.

En palabras sencillas, la descompresión axial le da a la columna un espacio de respiro para que pueda empezar a recuperar su función natural.


La base científica: ¿cómo funciona en la práctica?

Durante una sesión, el paciente se coloca en una camilla especialmente diseñada que sujeta el cuerpo en puntos estratégicos. El equipo de descompresión axial aplica una tracción suave pero precisa en la columna, generando lo que los especialistas llaman presión negativa intradiscal.

Este fenómeno tiene dos grandes efectos:

  1. El disco intervertebral se “abre” ligeramente.
    Al reducirse la presión, el núcleo pulposo (la parte central del disco) tiende a reubicarse en su posición natural. Esto es especialmente útil en casos de hernia discal, donde el material del disco se ha desplazado y comprime un nervio.

  2. Se favorece la regeneración del disco.
    Al crear un “vacío” temporal dentro del disco, se facilita la entrada de oxígeno, agua y nutrientes. Esto promueve un ambiente de recuperación y retrasa el desgaste natural del tejido.

El resultado: menos dolor, mejor movilidad y un entorno biológico más favorable para la columna.


¿Por qué los fisioterapeutas la recomiendan cada vez más?

1. Porque es una alternativa real a la cirugía

Durante años, muchos pacientes con hernias discales o dolor lumbar crónico terminaban en quirófano. Hoy, la descompresión axial se presenta como una solución eficaz para retrasar o incluso evitar la cirugía en muchos casos. Los fisioterapeutas ven cómo pacientes que estaban al borde de una operación encuentran alivio sin pasar por bisturí.

2. Porque es segura y no invasiva

No hay agujas, no hay fármacos, no hay incisiones. Solo una técnica mecánica, indolora y ajustada a las necesidades de cada persona. Eso da tranquilidad tanto al profesional como al paciente.

3. Porque complementa otros tratamientos de fisioterapia

La descompresión axial no sustituye al trabajo manual del fisioterapeuta, sino que lo potencia. Tras la sesión, muchos pacientes responden mejor a la terapia manual, los ejercicios de fortalecimiento o los programas de reeducación postural.

4. Porque los resultados son visibles en pocas sesiones

Aunque cada caso es único, muchos pacientes reportan una reducción significativa del dolor desde las primeras sesiones. Esa mejora rápida aumenta la motivación del paciente y la confianza en el tratamiento.

5. Porque aborda la causa, no solo el síntoma

Los fisioterapeutas saben que el dolor es solo la punta del iceberg. Al descomprimir el disco y mejorar la biomecánica de la columna, la terapia actúa sobre el origen del problema. Eso es mucho más efectivo a largo plazo que simplemente enmascarar el dolor con medicación.


¿Qué patologías se benefician de la descompresión axial?

La lista de indicaciones crece año tras año, pero las más frecuentes son:

  • Hernias discales lumbares y cervicales.

  • Protusiones discales.

  • Ciática y radiculopatías.

  • Lumbalgias crónicas.

  • Cervicalgias con irradiación a brazos.

  • Síndrome facetario.

  • Estenosis espinal leve a moderada.

  • Rehabilitación tras cirugía de columna.

Lo interesante es que muchos pacientes llegan al hospital o clínica después de haber probado otros tratamientos sin éxito. Y en la descompresión axial encuentran el alivio que no habían conseguido antes.


¿Cómo es una sesión típica de descompresión axial?

  1. Valoración inicial.
    El fisioterapeuta evalúa la historia clínica, los estudios de imagen y los síntomas del paciente para determinar si es candidato.

  2. Colocación en la camilla.
    El paciente se tumba y se ajustan correas acolchadas que aseguran comodidad y seguridad.

  3. Programación del equipo.
    El fisioterapeuta introduce parámetros personalizados: intensidad, duración, ángulo de tracción.

  4. Sesión activa.
    Durante 20 a 30 minutos, la máquina aplica ciclos de tracción y relajación. La mayoría de los pacientes describen la sensación como un “estiramiento agradable”.

  5. Fase final.
    Tras la sesión, se suelen realizar ejercicios suaves o técnicas complementarias para fijar los beneficios.

En la práctica, es una experiencia muy bien tolerada y, en la mayoría de los casos, hasta relajante.


Beneficios demostrados de la descompresión axial

  • Reducción significativa del dolor lumbar y cervical.

  • Disminución de la presión sobre los nervios.

  • Mejora de la movilidad y funcionalidad.

  • Favorece la recuperación del disco intervertebral.

  • Disminuye la necesidad de analgésicos o antiinflamatorios.

  • Previene recaídas en pacientes crónicos.

  • Aumenta la calidad de vida y el bienestar emocional.

Los fisioterapeutas valoran especialmente este último punto: un paciente que vuelve a dormir bien, caminar sin dolor y realizar sus actividades cotidianas gana no solo en salud física, sino también en confianza y ánimo.


Casos reales: historias que inspiran

  • María, 42 años, hernia lumbar L5-S1.
    Tras meses de dolor y un neurólogo que recomendaba cirugía, probó la descompresión axial. A las 8 sesiones ya podía trabajar sin necesidad de analgésicos. Hoy mantiene revisiones y continúa sin operar.

  • José, 55 años, conductor profesional.
    Pasaba hasta 10 horas sentado al día. El dolor lumbar le obligaba a parar cada hora en carretera. Tras un tratamiento completo de 15 sesiones, recuperó movilidad y pudo volver a conducir largas distancias sin molestias.

  • Lucía, 33 años, madre reciente.
    Tras el embarazo desarrolló una protusión discal cervical que le generaba mareos y dolor en el brazo. Con la descompresión axial, en pocas semanas los síntomas desaparecieron casi por completo.

Estas historias explican por qué los fisioterapeutas confían cada vez más en esta técnica: porque transforma vidas reales.


¿Existen contraindicaciones?

Sí, como en cualquier tratamiento médico, no todos los pacientes son candidatos. La descompresión axial no se recomienda en casos de:

  • Osteoporosis avanzada.

  • Tumores espinales.

  • Fracturas vertebrales recientes.

  • Infecciones en la columna.

  • Embarazo avanzado.

  • Portadores de marcapasos o ciertos implantes metálicos.

Por eso es fundamental una valoración previa por parte de un fisioterapeuta especializado.


El futuro de la descompresión axial

Los equipos de descompresión axial evolucionan cada año, integrando sistemas más inteligentes que ajustan la tracción en tiempo real según la respuesta del paciente. Algunos ya incorporan biofeedback, inteligencia artificial y sensores de movimiento para personalizar aún más la terapia.

Esto significa que, en los próximos años, veremos cómo la descompresión axial se convierte en un estándar dentro de la fisioterapia avanzada. Su capacidad para combinar seguridad, eficacia y comodidad la coloca como una de las técnicas con más futuro en el tratamiento del dolor de espalda.

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