Unidad de Columna en Clínica IVEMA Valencia
La cirugía de columna mínimamente invasiva ha revolucionado el tratamiento de diversas afecciones espinales, ofreciendo una alternativa con menos dolor, menor tiempo de recuperación y menos riesgos en comparación con la cirugía tradicional. Sin embargo, no todos los pacientes son candidatos para este tipo de procedimiento. A continuación, te explicamos quién puede beneficiarse de esta técnica y en qué casos es la mejor opción.
1. Pacientes con problemas de columna específicos
La cirugía de columna mínimamente invasiva es especialmente efectiva para tratar diversas patologías espinales, tales como:
Hernia de disco: Cuando el disco intervertebral presiona un nervio y provoca dolor intenso o debilidad.
Estenosis espinal: Un estrechamiento del canal vertebral que comprime la médula espinal o los nervios.
Espondilolistesis: Desplazamiento de una vértebra sobre otra, causando inestabilidad y dolor.
Escoliosis y deformidades leves de la columna: En algunos casos, puede corregir problemas estructurales sin la necesidad de una cirugía abierta mayor.
Fracturas vertebrales: Especialmente en pacientes con osteoporosis o traumatismos leves.
2. Pacientes con síntomas persistentes y sin mejoría con tratamientos conservadores
Los candidatos ideales para una cirugía de columna mínimamente invasiva son aquellos que han intentado durante varios meses tratamientos no quirúrgicos sin éxito, como: ✔️ Fisioterapia y rehabilitación. ✔️ Medicación para el dolor y antiinflamatorios. ✔️ Infiltraciones o bloqueos nerviosos. ✔️ Cambios en el estilo de vida, como control del peso y ejercicios específicos. Si los síntomas persisten y afectan significativamente la calidad de vida, la MIS puede ser una solución efectiva y segura.
3. Pacientes sin enfermedades crónicas que compliquen la cirugía
Aunque implica menos riesgos que la cirugía abierta, sigue siendo un procedimiento quirúrgico. Por ello, los mejores candidatos son aquellos sin enfermedades que puedan aumentar las complicaciones, como:
Diabetes no controlada
Enfermedades cardiovasculares graves
Problemas de coagulación
Obesidad mórbida En estos casos, el cirujano evaluará si el procedimiento es viable o si se requieren medidas previas para optimizar la salud del paciente antes de la cirugía.
4. Pacientes con buena salud ósea y muscular
La salud general de la columna y los tejidos circundantes es fundamental para una buena recuperación. Un paciente con debilidad muscular severa, osteoporosis avanzada o una gran deformidad puede no ser el candidato ideal para una MIS. En estos casos, podrían requerirse técnicas adicionales o procedimientos más invasivos.
5. Pacientes con expectativas realistas
Es importante que los pacientes comprendan que la MIS no es una solución mágica. Aunque puede reducir significativamente el dolor y mejorar la movilidad, la recuperación requiere compromiso con la rehabilitación, fisioterapia y cambios en el estilo de vida. Un candidato ideal es aquel que está dispuesto a seguir las recomendaciones postoperatorias para optimizar los resultados.